La situación geográfica de Mas Jofre ofrece un panorama de entretenimientos muy diverso. Naturaleza, cultura y gastronomía se encuentran en las proximidades de Pals. Podréis realizar rutas a pie y en bicicleta, caminos de ronda o excursiones por el Parque Natural de la Gola del Ter. Podréis realizar visitas guiadas por el núcleo medieval del Pedró y disfrutar del Club de Golf de Pals. Os esperan catas de vinos en las bodegas de Torrent y una gran oferta gastronómica con el Arroz de Pals como protagonista.
PALS
Villa medieval entre aguas
El agua ha dado nombre al pueblo de Pals, del latín palus (laguna, terreno pantanoso o lago). Pals se encuentra entre las montañas de Begur y el Montgrí, la playa y la llanura de los ríos Ter y Daró. En 1949 se convirtió en un Bien Cultural de Interés Nacional.
El agua ha sido un factor clave en la historia de la villa. Pals tuvo actividad portuaria documentada desde 1406 hasta el siglo XVIII. Se han encontrado restos arqueológicos que demuestran que tuvo dos puertos. Uno de ellos, el principal, en la Torre Mora. El otro se situaba en el Molí Gros.
Pals disfrutó de una vida marinera muy activa. Zarpaban barcos hacia Italia, Francia y hacia el resto de la Península Ibérica cargados de productos autóctonos. Desde vino de las bodegas de Pals, arroz del antiguo molino hasta grandes piezas de pescado salado. Del mismo modo, llegaban barcos de todo el mundo para comerciar y comprar. En el 1607, comerciantes de todas partes compraban la que se consideraba la mejor barra de sardinal de toda la costa catalana.
La desaparición definitiva del puerto de Pals en el siglo XIX, se atribuye a la suma de varios factores: los movimientos de los sedimentos del río Ter y Daró, los vientos de la Tramontana y el fuerte oleaje.
A pesar de la perdida del puerto, Pals conserva uno de los recintos amurallados medievales más bien conservados de l’Empordà. El barrio del Pedró es todo un viaje en el tiempo y una joya arquitectónica. En una misma calle podréis contemplar edificios románicos, góticos y barrocos.
Más allá de la villa, entre campos y arrozales, se encuentran masías fortificadas de los siglos XV y XVII, entre ellas, Mas Jofre.